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CUANDO ELLA GANA MÁS
El caso de la mujer trabajadora, que gana más que su pareja, es muy reciente pero cada vez más habitual. Muchas parejas no han sabido cómo afrontar el cambio y conseguir que el éxito económico de ella no se convierta en una amenaza para la relación.
En nuestros días la sociedad que la psicóloga clínica, escritora y especialista en estudios de género, Clara Coria, denomina "patriarcal", está empezando a desaparecer. Desde que la mujer accedió al mercado laboral hasta hoy, la mujer no ha parado de subir peldaños, hasta conseguir una situación de igualdad con el hombre, que le ha permitido, en muchos casos, obtener puestos más altos y mejores salarios.
Para la psicóloga Gemma Hermoso, la manera en que la pareja afrontará el hecho de que ella gane más dinero dependerá, en gran medida, de la reacción de él: "si el hombre lo asume sin problemas, con la naturalidad que el hecho requiere, ella se mostrará también tranquila y despreocupada".
Cadena de reacciones
Si el hombre siente que han vulnerado lo que antes era su
espacio propio, reaccionará de forma negativa. Los
recelos y envidias se plasmarán en reproches por la
escasa dedicación a la casa... Esta actitud genera
tensiones y problemas en la pareja, que pueden afectar a todos
los niveles, desde el ámbito afectivo hasta el de la
comunicación, pasando por el sexo.
Pero, en ocasiones es la propia mujer la que crea el problema. ¿Cuándo? Si no sabe asumir su éxito con humildad, o incluso si no es consciente del mismo. En ocasiones, la triunfadora pierde sus referencias e interpreta erróneamente que, puesto que gana más, ostenta una posición de superioridad respecto a su compañero.
¿Por qué ellos reaccionan mal?
Las razones que pueden llevar a un hombre a afrontar de una
forma negativa el éxito de su pareja residen, sobre
todo, en su educación. Si ha sido educado en unos valores
igualitarios y flexibles, será más fácil
que reconozca y admire los logros femeninos.
Una educación machista, por el contrario, le llevará casi con total seguridad a menospreciar la actividad de su pareja; y si tiene una baja autoestima, incluso a sentirse inferior y frustrado con su propia actividad.
¿Y ellas?
En el caso femenino, si ella se ha visto siempre rodeada por
unos valores machistas que no ha compartido, es fácil
que reaccione de una forma negativa, denotando su superioridad
como forma de resarcimiento.
En otros casos, la reacción es radicalmente opuesta.
Si ella ha adoptado valores machistas, puede reaccionar frenando
de forma voluntaria su ascenso profesional con el fin de no
superar el rango alcanzado por su compañero. Un pensamiento
de este tipo puede desencadenar grandes conflictos emocionales
internos, que necesitarán de toda la comprensión
y el apoyo del otro para ser resueltos.
Cuestión de comunicación
El mejor remedio para solucionar los problemas que puedan
surgir debido a la diferencia de salarios es, según
Gemma Hermoso, la comunicación. Los dos deben saber
cómo se siente el otro y comprender que el hecho de
que uno de ellos tenga un puesto de trabajo mejor, no determina
la superioridad de uno sobre el otro.
Ambos podrán ayudar a que la situación se solucione actuando con naturalidad y tratando de impulsar la autoconfianza del otro. Sentirse bien con uno mismo, valorar el trabajo propio y no dejarse llevar por convenciones sociales son las claves para sentirse bien también con la pareja.
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